Se refiere al abrazo entre San Martín y O’Higgins, del 5 de Abril de 1819, al finalizar la batalla de Maipú.
Este gesto, significó para la posteridad de los sudamericanos, el símbolo victorioso que culminó con la libertad de Chile.
Gloria al salvador de Chile! Fueron las palabras que pronunció el director supremo de Chile, Bernardo O’Higgins, aquel domingo 5 de abril de 1818 cuando, sin bajar de su caballo, abrazó al exhausto capitán de Los Andes al
presentarse en el campo de batalla con su brazo en cabestrillo por la herida recibida en la fatídica noche de Cancha Rayada.
Inmediatamente después de aquella confusa jornada del 19 de marzo en los llanos de Cancha Rayada, y una vez superada la confusión, los libertadores dispusieron la inmediata reunión y recomposición de las fuerzas del Ejército
Unido y tan sólo 17 días después el Ejército de los Andes, junto a las divisiones de Chile, daba la gran victoria de Maipú que aseguró no sólo la independencia del “Reino de Chile” sino que abría la puerta para laexpedición
Libertadora hacia el Perú y animaba los esfuerzos de los ejércitos
bolivarianos en el norte.
Simón Bolívar se encontraba en Angostura cuando al conocer la victoria lograda por el Ejército Unido del Río de la Plata y Chile, exclamó: “El día de la América ha llegado”; así fue; lo ocurrido en aquel domingo de abril de límpidos cielos y agradable temperatura al otro lado de los Andes, definió la suerte de toda Sudamérica.
A partir de entonces el poder realista en todo el continente se resquebrajó y el faro de la libertad alumbró a todas las incipientes naciones americanas
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La “Victoria de Maipú” reviste un significado especial, pues es el corolario de la colaboración argentino-chilena y del esfuerzo de dos pueblos unidos por los ideales de libertad e independencia. El hermanamiento había dado inicio en tierra cuyana luego de la sangrienta derrota de Rancagua sufrida por los patriotas chilenos a manos de los ejércitos realistas el 2 de octubre de 1814, que obligó a parte del pueblo y los restos del ejército a repasar Los Andes y
exiliarse en Mendoza. Aquí fueron recibidos por San Martín quien encontró desde aquel momento en Bernardo O’ Higgins -el héroe de la jornada- a un aliado y amigo.
Juntos, chilenos y argentinos, integrarían la filas del Ejército de los Andes luego (de la batalla de Chacabuco) Ejército Unido, brazo armado y ejecutor del ideal independentista del Congreso de Tucumán, el que en julio de 1816
proclamó la libertad de las Provincias Sudamericanas, muestra inequívoca de la visión americanista e integración regional del plan continental de liberación ideado por San Martín.
Así “El abrazo de Maipú” nos recuerda el esfuerzo conjunto que ambos pueblos llevaron adelante en aras de la libertad americana pero, por sobre todas las cosas, puede considerarse como uno de los hitos más importantes en la integración del continente y una muestra irrenunciable del pasado, presente y futuro común que compartimos las naciones de esta parte del globo siendo responsabilidad, tanto de los líderes, como de la sociedad toda, cumplir con el legado de hermandad, fraternidad e integración latinoamericana que nos legaron los Padres Fundadores.