Esta anécdota Sanmartiniana nos muestra una faceta desconocida de su vida, que nos lo presenta con lucidez, experiencia y conocimientos suficientes de la situacion que se vivía en Europa y en América, y que le permitió, a pesar de su avanzada edad y deteriorada salud, influir en un tema de vital importancia política y militar, para el destino de la Confederación Argentina.
1849: LA ULTIMA VICTORIA DE S. MARTIN PARA SU PATRIA
En 1849, cuando el General rozaba los 70 años, cuando Inglaterra había retirado ya su flota que conjuntamente con la de Francia bloqueaban el Río de La Plata, cuando la Confederación era gobernada por el Brigadier General Don Juan Manuel de Rozas, y el bloqueo se había mantenido por casi una década; Francia había decidido no retirarse y se encontraba en el dilema de irse como vencida o quedarse sin beneficio alguno, para salvaguardar su orgullo de gran potencia europea.
Es en ese momento, cuando el Primer Ministro galo, Jean Pier Bineau, necesitaba echar mano a un argumento válido y consistente, para finalizar aquella guerra estéril, ruinosa e inútil.
Decidió, entonces recurrir al General S. Martín, que se encuentra en Boulogne Sur Mer, postrado por agudos dolores reumáticos. Bineau solicita al viejo guerrero, le brinde su autorizada opinión sobre el conflicto, esperando con ella, poder convencer a sus legisladores, que aún creían en una rendición de los argentinos a las exigencias de su país.
San Martín dicta entonces la siguiente carta:
___”…El diario La Presse, acaba de publicar una carta, que hace cuatro años escribí a un amigo inglés, sobre la intervención de Inglaterra y Francia en el Río de la Plata, en la cual le decía que ni Francia , ni Inglaterra conseguirían sus propósitos señalándole: -Bien sabida es la firmeza de carácter del Jefe que preside a la “República Argentina”. Nadie ignora el apoyo que tiene en la campaña y en las demás provincias del interior, y aunque sé que en la Capital tiene un buen número de enemigos personales, estoy convencido de que todos se le unirían para combatir al extranjero.
Por otra parte, yo no dudo que las 2 potencias, con más o menos pérdidas o gastos se puedan adueñar de Buenos Aires, pero estoy igualmente convencido, de que no podrían sostenerse mucho tiempo en tal situación. Pués como es sabido, el principal alimento, por no decir el único del pueblo argentino es la carne y se sabe con cuanta facilidad se pueden retirar todos los ganados, en muy pocos días y a muchas leguas de la Capital, formando un dilatado desierto en torno a la ciudad, imposible de ser atravesado por tropas europeas.
De modo que 7 u 8 mil hombres de caballería y unas pocas piezas de artillería, son suficientes para que el Brigadier Rosas mantenga un cerrado bloqueo por tierra de la ciudad de Bs.As. y pueda impedir que las tropas europeas, salgan de ella sin quedar expuestas a la más completa ruina, [por falta de alimentos y recursos.
Os escribo-termina la carta-desde mi cama, donde me hallo rendido por crueles padecimientos.”____
Esta carta fue leída en el Parlmento de Francia y fue tal la impresión que produjo y eran tan claras y reales sus razones, que el gobierno de París, levantó el bloqueo de Buenos Aires y la guerra concluyó.
Así, desde su lecho de enfermo, sin fuerza en sus manos para sostener el sable de San Lorenzo, Chacabuco y Maipú, ni aún la pluma; por la plenitud de su espíritu y el poder inconmensurable de su experiencia se transformó una vez más, en el héroe victorioso de su Patria.
Bibliografía consultada:”San Martín hombre- carta a la juventud-“. Glosario del Prof.Roal Viganó